INFORME Los 20 españoles más ricos poseen lo que el 20% más
pobre del país
Intermón Oxfam
insiste en que el 1% de la población más rica acapara casi la mitad de la
riqueza mundial
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Denuncia que las élites económicas 'están
secuestrando el poder político'
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Los 20 más ricos en España igualan los ingresos
del 20% de la población pobre
Los 20 más ricos en España
igualan los ingresos del 20% de la población pobre. Atlas
EFE | EL MUNDOMadrid
Actualizado: 20/01/2014 18:50 horas
La ONG Intermón Oxfam ha publicado un nuevo informe en el que denuncia que "la
desigualdad económica crece rápidamente en la mayoría de los países".
El propio Foro Económico Mundial considera que "esta desigualdad supone un
grave riesgo para el progreso de la humanidad". La organización denuncia
que las élites económicas "están secuestrando el poder político
para manipular las reglas del juego económico".
Y España es uno de los lugares con mayor desigualdad. Los 20 más ricos
poseen más que lo que ingresan el 20% de los más pobres del país, unos 77.000
millones de euros.
Según sus propios datos, casi la mitad
de la riqueza mundial está en manos de sólo el 1% de la población y la
mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85
personas más ricas del mundo. Y sólo
en EEUU, el 1% más rico ha acumulado el 95% del crecimiento total posterior a
la crisis desde 2009, mientras que el 90% más pobre de la población se ha
empobrecido aún más.
Intermón publica este informe con un conjunto de
recomendaciones a los líderes del Foro Económico Mundial, que se
reunirán en la ciudad suiza de Davos a partir del próximo miércoles, a los que
recuerda que tienen el poder de acabar con las desigualdades sociales.
Entre las propuestas, pide que los países se
comprometan a no utilizar paraísos fiscales para evadir impuestos, que
no se utilice la riqueza económica para obtener favores políticos, que las
inversiones sean públicas y que se destine la recaudación fiscal para
proporcionar a los ciudadanos sanidad, educación y protección sociales
universales.
"La crisis económica, financiera,
política y social que padece España tiene buena parte de su origen precisamente
en esas dinámicas perniciosas donde el interés público y los procesos
democráticos han sido secuestrados por los intereses de una minoría",
explica el director de Intermón Oxfam, José María Vera.
El informe destaca que este foro mundial ha
identificado la creciente disparidad de ingresos como el segundo riesgo
más importante a nivel mundial, ya que estima que "está socavando la
estabilidad social y atenta contra la seguridad a escala global".
"No podemos pretender ganar la lucha
contra la pobreza sin abordar la desigualdad; esta creciente lacra está
creando un círculo vicioso en el que la riqueza y el poder están cada vez más
concentrados en manos de unos pocos, dejando al resto de la ciudadanía las
migajas", añade el responsable de la organización
El 1% más pudiente de EE UU concentra el 95% del crecimiento tras la
crisis, según Oxfam
El 80% de los españoles cree que la ley favorece a los poderosos
La masiva concentración de los recursos económicos en manos de unos
pocos abre una brecha que supone una gran amenaza para los sistemas políticos y
económicos inclusivos, porque favorece a unos pocos en detrimento de la
mayoría. Así que para luchar contra la pobreza es básico abordar la
desigualdad. Esta es la conclusión del informe Gobernar para las élites.
Secuestro democrático y desigualdad económica, que publica hoy la ONG Oxfam
Intermón.
El estudio parte de datos
objetivos de varias instituciones oficiales e informes internacionales que
constatan la “excesiva” concentración de la riqueza mundial en pocas manos.
Datos como que 85 individuos acumulan tanta riqueza como los 3.570 millones de personas
que forman la mitad más pobre de la población mundial. O que la mitad de la
riqueza está en manos de apenas el 1% de todo el mundo. Eso sin contar,
advierte el informe, que una considerable cantidad de esta riqueza está oculta
en paraísos fiscales.
El informe de la organización, que será presentado en el Foro Económico
Mundial de Davos junto a un clamor para que se adopten compromisos para frenar
la desigualdad, advierte de que “las élites económicas están secuestrando el
poder político para manipular las reglas del juego económico, que socava la
democracia”.
El informe va acompañado de datos que plasman con nitidez el aumento de
la concentración de riqueza en pocas manos desde 1980 hasta la actualidad. O
cómo la concentración y la brecha siguen aumentando pese a la gran recesión del
año 2008. En Estados Unidos, por ejemplo, el 1% más rico de la población ha
concentrado el 95% del crecimiento posterior a la crisis financiera. En Europa,
los ingresos conjuntos de las 10 personas más ricas superan el coste total de
las medidas de estímulo aplicadas en la Unión Europea entre 2008 y 2010
(217.000 millones de euros frente a 200.000).
La tibieza en la presión fiscal a los ricos, los recortes sociales o el
rescate de la banca con fondos públicos son ejemplos de un fenómeno que es tan
visible que crece la conciencia pública del aumento de este poder. Oxfam
Intermón apoya esta afirmación en una encuesta realizada en España, Brasil,
India, Suráfrica, Reino Unido y Estados Unidos, que revela que la mayor parte
de la población cree que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos.
En España, el 80% de la población cree que las leyes están hechas con este
objetivo.
Sobre el caso español, el director de Oxfam Intermón, José María Vera,
afirma que el país “no escapa a esta dinámica” y que la actual crisis se
explica en parte por ella: “Los casos en los que los intereses de una minoría
económicamente poderosa se han impuesto a los intereses de la ciudadanía de a
pie son numerosos en la historia de nuestra democracia.
La crisis económica, financiera, política y social que padece España hoy
tiene buena parte de su origen precisamente en esas dinámicas perniciosas donde
el interés público y los procesos democráticos han sido secuestrados por los
intereses de una minoría”.
Entre las políticas diseñadas en los últimos años que favorecen a la
minoría de ricos, la organización enumera la desregulación y opacidad
financiera, los paraísos fiscales, la reducción de impuestos a las rentas más
altas o los recortes de gasto en servicios e inversiones públicas. El informe
constata cómo, en el caso de Europa,
“las tremendas presiones de los mercados financieros han impulsado drásticas
medidas de austeridad que han golpeado a las clases baja y media, mientras los
grandes inversores se han aprovechado de los planes de rescate públicos”.
Por todo ello, Oxfam Intermón exigirá en el marco del Foro Económico
Mundial de Davos a sus asistentes (sean particulares o representantes de
Gobiernos) que adopten compromisos en
áreas como los paraísos fiscales (que no se permita que se utilicen para evadir
impuestos); que se hagan públicas las inversiones en empresas y fondos; que
respalden sistemas fiscales progresivos; que exijan a sus Gobiernos que los
impuestos se destinen a servicios públicos o que si lo son inviertan en
atención sanitaria y en educación universales, o que las empresas que
representan paguen salarios dignos a sus empleados y los países legislen en
esta dirección, fortaleciendo umbrales salariales y derechos laborales.
Por si a alguien se le ocurre
pensar que los planteamientos de Oxfam Intermón son utópicos, la organización
recuerda que “esta peligrosa tendencia” es reversible y que existen ejemplos de
ello. Fue el caso, recuerda, de Estados Unidos o Europa tras la II Guerra
Mundial, cuando el crecimiento económico se compatibilizó con la reducción de
la desigualdad, o el caso de América Latina, donde la brecha ha disminuido
“significativamente durante la última década gracias a una fiscalidad más
progresiva, los servicios públicos, la protección oficial y el empleo digno”.
El informe también contempla ejemplos de concentración en países en desarrollo
y alude a la superminoritaria élite india, millonarios que en buena parte han
forjado sus fortunas en sectores cuyos beneficios dependen del acceso a los
servicios básicos; al poder de las élites en Pakistán y su influencia en la
manipulación legal; a la desigualdad en África, pese a la abundancia de
recursos, o a lo que llama “red mundial de secretos bancarios”, que no es otra
que la que forman los paraísos fiscales.
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