sábado, 28 de abril de 2012

LOS MEDICOS EN LA SOCIEDAD ACTUAL


Los médicos nos encontramos inmersos y partícipes de la sociedad actual.
Y cuando de analizarla se trata, como parámetro se dice que una sociedad avanzada se mide por el respeto y el cuidado que da a sus mayores y a sus más jóvenes, es decir aquella que pone al Hombre en su centro, una sociedad al servicio  de los hombres. “Una sociedad en que nadie es usado, ni se usa a sí mismo, para fines que no sean los del despliegue de sus propias capacidades humanas, en que todas las actividades económicas y políticas están subordinadas al hombre.”
Sin embargo actualmente tenemos una sociedad en crisis total (económica, productiva, energética, ambiental, religiosa y político- social) una sociedad invertida, porque se ha puesto al hombre y a la naturaleza al servicio de la economía, acompañado de un individualismo exagerado que nos ha vaciado de sentido provocando como alguien ha dicho “la gran neurosis colectiva de nuestro tiempo”  "el vacío existencial", que el sistema mercantilista intenta llenar con una suerte de fiebre consumista.
En este marco, los sistemas de salud están hechos para favorecer a cualquier estructura MENOS a los principales sujetos, humanos,  de la relación que son el paciente y el médico.
También en esta situación se produjo una transformación de la Medicina hacia los avances tecnológicos desbordantes; a las demandas de una población mejor informada pero no mejor educada; a los cambios epidemiológicos, demográficos y ambientales que han sido espectacularmente desastrosos.
 En los últimos años, hemos pasado de tener unos conocimientos limitados en Medicina a casi ilimitados; del trabajo en solitario al trabajo en equipo; de la información sólo en poder del médico a que también hoy la tiene el paciente; del gasto sin problema a un control del gasto absoluto; de la demanda de alivio de hace 30 años a la curación y calidad de la salud; de la no judicialización a la judicialización de la Medicina ; del médico que siempre ha tenido un enorme prestigio social, a que hoy quien lo tiene es la supuesta ciencia médica. Todo esto ha cambiado nuestras habilidades y conductas de forma radical, y los médicos ya no somos los mismos de hace 30 años, ni la Medicina tampoco puede ser la misma.
La calidad de la atención sanitaria en la Argentina además está influida por las condiciones del trabajo médico.
La profesión dejó de ser liberal, si se entiende como tal aquella donde impera el aporte intelectual, el conocimiento y la técnica, con la característica de que la remuneración del que la ejerce es en termino de honorarios que define el propio profesional y no salarios teniendo en cuenta que no está subordinado. Esto ya no es así en la mayoría de los casos.
La mayoría de los médicos nos transformamos en trabajadores en relación de dependencia ya sea del estado, de sus obras sociales, de la medicina prepaga, de instituciones, etc. Entendiendo por trabajadores aquí a todo el que vive de su propio trabajo, sin ingresos adicionales procedentes del empleo de otros hombres.
Pero tenemos un privilegio por todo esto mismo, porque en esta tendencia global al automatismo – robotismo del hombre, nosotros sólo podemos ser médicos en tanto somos humanos, solo cuando la medicina la desarrollamos en la relación vincular médico-paciente (OJO paciente, que padece, que busca alivio, no de paciencia, no afiliado, socio, cliente, usuario,terminos que han intentado imponer en reemplazo en el sistema mercantilista), en este encuentro como se dijo “entre dos seres necesitados, uno que necesita ser curado o aliviado y otro que necesita curar o aliviar.”
El privilegio se da porque que la vida es la búsqueda de sentido y los médicos encontramos el sentido sólo cuando actuamos por y para los demás.
Se ha dicho que la Medicina es la más humana de las artes, la más artística de las ciencias y las más científica de las humanidades, es decir, tiene unas connotaciones que nos llevan más allá de ejercer simplemente una profesión.
Otra vez, en contra de esta relación medico- paciente los sistemas de salud nos imponen la burocratización, el enemigo mayor, ya que reduce un tiempo del que no se dispone.
Los médicos debemos esforzarnos por rescatar aquella identidad y los valores esenciales de la medicina y de la práctica médica, privilegiando su dimensión humana, y social.Si queremos un futuro en el que nuestros pacientes tengan acceso a una atención médica de calidad y en el que los médicos proporcionen liderazgo y atención de manera ética, profesional, independiente e interdependiente, el desafío gremial hacia el futuro es lograr trabajar bajo nuevas formas, con un paradigma nuevo en materia sociolaboral. Nadie puede desarrollarse como persona y como profesional -y sobre todo un médico, que cada día tiene la responsabilidad de mantener la salud de sus pacientes, que trabaja en la delgada línea entre la vida y la muerte-, si no cuenta con un mínimo de seguridad sobre su propia vida, si su remuneración no tiene ninguna relación con los años de preparación, especialización y la monumental responsabilidad de su tarea.
Creemos que "sólo la unidad, y la participación a través de sus entidades representativas médico-gremiales, en el reclamo de sus legítimos derechos, van a lograr que la medicina vuelva a ser un trabajo digno".



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